viernes, 17 de octubre de 2014

CASA LA FRANCESA: C/Brasil 19 Sevilla


 

 

Así se llamaba un negocio familiar fraguado en el barrio del porvenir en los albores de 1920. Cuando la familia Díaz Velázquez dedicada a la confección y bordado de ajuares de boda y canastillas procedente de Jerez, se trasladan a Sevilla para darle una mayor expansión al negocio y tras  establecerse en diferentes puntos del centro de Sevilla, deciden asentarse en una casa en las inmediaciones de la calle Brasil con Río de la Plata, era una casa de nueva planta, unifamiliar y en un barrio nuevo en la ciudad donde existía una Burguesía alta. La planta baja se destinó por completo al negocio (sala de ventas, taller, planchador, y almacén)  y en la planta alta y segunda era para la familia.

 

Casa La Francesa era un negocio totalmente familiar dirigido por  Isabel Velázquez Neupaver, la matriarca de la familia y su marido José María Díaz Fernández,  quien  se encargó de llevar las facturas, realizar los pedidos y tratar con los clientes del negocio. Años posteriores se fueron incorporando las hijas del matrimonio (María Pepa, Isabel y Rosario).  El matrimonio era un tándem perfecto sabían lo que querían y como llevarlo a cabo. Destaca la labor social desarrollada por Isabel con sus trabajadoras en caso de enfermedad, pagándoles el jornal diario,  dándole medio litro de leche e incluso, si empeoraban eran atendidas por las Hermanas de la Cruz.
las hermanas Rosario, Mari Pepa y Isabel Díaz Velázquez
 
 

Hacia 1929, el taller de encajes y bordados La Francesa empezó a despuntar e incluso se dieron a conocer más durante la Exposición Iberoamericana de 1929 mediante concursos y diversas exposiciones celebradas con motivo de la Exposición Iberoamericana. Sin embargo, durante la guerra civil, el negocio decayó debido a los pocos encargos y ventas, lo que produjo superávit de stock. Ya en la década de los 40, debido al fallecimiento de los progenitores, las hermanas se hacen cargo del negocio dándoles un nuevo y fresco enfoque, cambiaron el nombre (La Francesa por Díaz Velázquez),
e incluso se especializaron solo en ajuar doméstico, dejando de producir ropa interior y canastillas para recién nacidos. El negocio continuó hasta la década de los 70 donde la enfermedad y el cansancio se apoderaron de las hermanas Díaz Velázquez hasta el fallecimiento de Rosario y María Pepa, que es cuando Isabel decide donar todo el patrimonio acumulado por la familia Díaz Velázquez al Estado español, con el propósito de que este amplio patrimonio fuera expuesto en uno de los Museos Sevillanos. Siguiendo el sueño de Isabel, el legado de su familia fue integrado en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla en el año 1981. Donde no solo se expusieron las 2000 piezas de bordados y encajes atesorados por la familia y que constituye una de las más grandes y de mejor calidad colecciones de Europa, sino que también donó tanto el mobiliario como el ajuar doméstico (pinturas, vajillas, orfebrería, abanicos) de la familia Díaz Velázquez.
 
 
FUENTE: CATALOGO DE ENCAJES Y BORDADOS. LEGADO DÍAZ VELÁZQUEZ. Colección del Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla ISBN: 978-84-8266-748-5. Consejería de Cultura. Junta de Andalucía. 2008
 

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