martes, 17 de septiembre de 2013

El relicario de Felipe II


 

Como todo buen caballero renacentista Felipe II se creó en torno a si y su  corte toda una gran colección de diversa índole de objetos y obras de arte. Tanto es  así que para que no se desmembrara su amada colección, éste la vinculó a la corona española y no a su familia.

El monarca era un coleccionista con un carácter ecléctico  como toda wundercammer  donde todo objeto de carácter científico, artístico, religioso tenían cabida. Tanto es así que distribuye su colección en cuatro palacios: Palacio de Aranjuez, Alcázar de Madrid, Pardo y El Escorial.

El Escorial concebido  como un sanctasanctórum desde los inicios de su construcción el 23 de abril de 1563, ya que la construcción del edificio se hace en base a la colección que iría a albergar allí el monarca.  Al Escorial llegaba multitud de objetos extraños, curiosidades de la naturaleza y piezas procedentes del mundo marino, pero también el monasterio se convertía en un gran relicario. Ya que el monarca creara una de las colecciones de la  que se sentirá más orgulloso: su colección de RELIQUIAS. Para la cual, contará con agentes que le asesoraban y que recorrían toda Europa en busca de ellas, llegando a tener una de las colecciones de reliquias  más grande del mundo, sobretodo de Santos españoles. 

Para la salvaguarda y devoción a las reliquias,  estas se guardan en pequeñas arquetas, algunas adoptan una fisionomía diferente dependiendo de la parte del cuerpo del Santo que  en ella se guarde, así tomarán forma de cabeza, busto, brazos, o simplemente forma  arquitectónica o de baúl. En el  proceso de creación del relicario era  bastante laborioso debido a que pasaba por diferentes manos, en primer lugar:   El diseño y la traza de cada arqueta-relicario irá de manos  del arquitecto  Juan de Herrera, quien también será el arquitecto del propio edificio y  diseñador de los muebles de la Biblioteca; posteriormente se pasará a darle forma a dicho relicario, donde el maestro platero Juan de Arfe labrará con los materiales más ricos  y suntuosos cada uno de los elementos que la forman, usando metales preciosos y llevando incrustadas todo tipo de piedras preciosas, brillantes y perlas; y finalmente,  la policromía de cada una de estas arquetas, que vendría de la mano del pintor Fabrizio Castelo.
 
Una vez dado el uso a estos relicarios, estos eran guardados en dos altares situados en las naves laterales de la Iglesia de El Escorial. Cabe la curiosidad de que estas reliquias están separadas por el sexo del Santo, colocándose así los relicarios de Santos  en el altar de San Jerónimo, y las reliquias de las  Santas en el altar de la Anunciación. Ambos altares son retablos en forma de trípticos que fueron pintados por Federico Zuccaro. Estos trípticos  nos da la posibilidad de poderse abrir varios días en el año para la veneración de dichas reliquias como el día de todos los Santos, en Navidad, en la Pascua de la Resurrección, Pentecostés y el día de la Asunción de la Virgen.


Con motivo del 450 aniversario de la colocación de la primera piedra, el monasterio de El Escorial ha organizado la exposición " De El Bosco a Tiziano", en el Palacio Real donde podremos disfrutar de algunas de estas maravillas.